Escuela Estrella Andina

Iniciamos las reuniones en febrero de 2011 con la esperanza de renovar y humanizar la educación, así nos organizamos y comenzamos a avanzar. Paso a paso pudimos percibir como ese grupo inicial de personas iba madurando y floreciendo hasta convertirse en un verdadero y sólido equipo de trabajo. Logramos, de esta manera, superar los distintos desafíos que se nos fueron presentando en el camino, fortaleciendo nuestra voluntad y confianza, clarificando nuestra visión y por sobre todo entrelazando nuestras almas en un anhelo común, en una misión compartida, en un lazo espiritual que hace que nos encontremos juntos construyendo y creando, donando nuestras capacidades y poniendo todo nuestro ser al servicio de la educación.

Asumimos con inmenso amor la tarea de formar un sólido cuenco, una base firme donde algún día nacería y se sostendría nuestro soñado proyecto. En ese momento, cuando decidimos entregar lo mejor de cada uno, cuando nos comprometimos desde lo profundo de nuestro ser, se comenzaron a abrir puertas, a tender puentes, a clarificar caminos y a llegar las más inesperadas ayudas y asistencias, se desató la magia. Es así que se acercó Oscar Menendez acompañándonos desde Buenos Aires, Emilio Baratti, maestro Waldorf, visitándonos en octubre de 2011 y compartiendo su valiosísima experiencia, Matilde Wedeltoft, maestra Waldorf de nivel inicial con una inmensa trayectoria, no sólo como docente, sino también como impulsora de nuevos proyectos, y el Dr. Christopher Houghton Budd, economista inglés, cuyas conferencias en noviembre de 2011 nos aportaron una visión más rica y amplia sobre economías asociativas y su rol en la educación.

Nuestro anhelo comienza a tomar forma, un sin número de milagros se suceden, conseguimos la casa que cobijará el tan soñado “nidito”, aparecen las almas comprometidas que con inmenso amor lo conducirán, surge el nombre “Estrellitas Andinas” y…llegan las primeras estrellitas, estrellitas que colman de inocentes destellos el lugar, de canciones y risas, de colores y vida. Ellas despliegan todo su brillo invitando a otras estrellitas que se acercan curiosas al percibir su luz, y así se van encontrando, uniendo paso a paso sus caminos.

Iniciamos nuestra actividad en Marzo de 2012 con mucha alegría, con la sensación de estar abriendo surcos, abriendo caminos y sembrando semillas.

A cada paso vamos observando que el calor brinda a los niños confianza, que el cuidado les da seguridad y que sólo desde el amor se educa.

Vemos a nuestros pequeños crecer en todas sus dimensiones, desplegando capacidades, superando obstáculos y miedos, descubriéndose y descubriendo el entorno que los rodea, comunicándose y cuidándose unos a otros.

Todo esto es posible cuando el ambiente es armonioso, cuando se puede respirar aire de hogar, cuando hay espacio para crear e imaginar, cuando hay calma y sosiego, cuando se puede a través del juego descubrir las maravillas de la vida, cuando hay un sentido profundo respaldando cada actividad, cuando hay belleza y calidez.

En Junio del 2012 presentamos el proyecto pedagógico para Jardín y Primer Ciclo ante Dirección General de Escuelas de Mendoza. El mismo comenzó su proceso de aprobación definitiva en octubre de 2015. Se nos autorizó, desde dicho organismo, a inscribir niños y comenzar nuestra actividad de nivel inicial y primario para el ciclo lectivo 2016.

Y así dimos comienzo a la anhelada escuela primaria.

Nuestros próximos pasos son seguir creciendo en el domicilio actual junto a los niños y familias que nos acompañan, comenzando a soñar con un futuro nivel secundario.